martes, noviembre 07, 2006
El músico

Su nombre era tan simple
Como el primario proceso
de aprender las cinco vocales
Y alcanzar su cuerpo
Era tan imposible como
Enceguecer con el brillo de una estrella.
Él era la estrella.
Jugaba a mezclar sonidos
En objetos de madera que apreciaba
Más que las cigarrillos rojos
Y su colección infinita de colillas
Acumuladas a diario.
Desvariaba cuando colgaba su
Cabeza en la ventana
Y sus dos pequeñas llamas
De color verde
Se confundían con los matices
De la estación y de sus hojas caídas.
Escribía en hojas cuadriculadas
Y siempre fuera del renglón.
Dejando impresas líneas inspiradas
En alguna musa que le habría arrancado
El poco que le quedaba de corazón.
Etiquetas: Poemas de Octavia
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