martes, noviembre 07, 2006

El dolor, explotaba. Llanto.


De pronto, ante una negativa, una cancelación suya. Lloro. Me invade el dolor, me encierro en el primer baño, y me quedo llorando de esa extraña forma que tengo yo, mirándome en el espejo (tal vez para ver mi lamento en todo su esplendor). Te maldigo y maldigo para ser sinceras, a todas las mujeres con las que te acuestas, mientras duermo.


“Mete tu cuerpo en tus sabanas que deben estar frías, abraza a tu almohada y compártele tus sueños, mientras yo guardaré tus preocupaciones y tu pena”


y yo dije: yo no necesito que guardes nada, jugando nuevamente a ser digna, orgullosa y todas esas cosas que finjo, y que nunca soy.
 
posted by Octavia at 3:28 p. m., |

0 Comments: