Imbécil a fuerza de besar el tiempo

Mi amiga había organizado una fiesta sorpresa que en realidad nada de sorpresa tuvo. O más bien si. Y lo fue la ausencia de muchos, unos cuantos, debíamos ser pocos, fuimos más que pocos. Lo importante estuvimos los básicos. Eche de menos a Melissa, Mary Eliana, Ricardo y Cecilia, y comprendí a Jaime, Jaime. Todo iba a favor para que la dichosa fiesta fuera un fracaso. Cynthia a 10 minutos de llegar a la casa de Rosa, confesándome que no pudo comprar la torta. Melissa anunciando su ausencia. José cargando un gran desanimo y cansancio- Carlos apareciendo con su molestia y Marysol con su tristeza. Karla y su hambre por los tequeños frustrándose con la carencia de aceite en la casa de mi amiga. El poco agradable (para mi y muchos) sabor de whisky, y nuestra desacostumbradas bocas a ese licor. La inexistencia del Pisco Sour. Mi pena ante el desastre, resultando una embriaguez veloz y un extraño dormir en el baño, típico hábito del imbécil. Cuando desperté ya seguro estaba viajando al Cuzco.

El mismo 17,mi telefono se vio invadido por una lluvia de mensajes lindos, de amigos acordandose de esta chica.. de esta loca.. y explotó en llamadas, llamada, más llamada. Ya no sabía ni que decir. Pero me alegró mucho sobre todo recibir algunas llamadas de gente que no veo hace tiempo y que aún recuerden, me recuerden. En la tarde se aparecieron mis primos, mis tíos, la mary y carlos. Y las postales claro también se hicieron presentes. Y los regalos. Los regalos. Que una colonia, que un polito colo indigo, que una base de maquillaje, que platita, que tortitas. Estuvieron bien. Aunque yo estaba extrañamente down, creo que necesita beber un poco. Creo que era eso, el que nadie haya atinado a que quería beber.

Y esas flores azulitas de la fotito, fueron lo mejor, son bellisimas, y más que todo...turquesonas, celestonas azulonas..como a mi me gustan..