miércoles, noviembre 15, 2006

Maravilloso para mi desesperación y perdición


El viernes discutimos, síiiiiii! Yo jodiendo una vez más, bueno es que también el pobre es más imbécil. Nos íbamos todos a la casa de una amiga a tomar unas chelas, nos íbamos, muy cerca estaba ella, por la que tantas veces me abandonó, ella la que tiene marido, y se encierra en los baños mi poeta. Mañana de todas maneras vamos al concierto, chicas, pero ahora me disculpan. Mis ojos se abrieron, mi corazón se apretó y mi lengua saltó: seguro te vas con tus AMIGOS, él se asustó, y yo dije: anda, y se disculpo, se excusó argumentando que ya había quedado antes con ellos, y quiso despedirse pero me negué. Y se fue como un perrito faldero, detrás de la vieja.

A los 10 minutos, llamó diciendo que iría a la casa de mi amiga, que sí estábamos allí.

El sábado, día de concierto, le pregunté aprovechando las copas de más: ¿qué pasó el ayer? ¿Por qué no fuiste con tus amigos?

Y explicó: anoche cuando estaba en el taxi con mis amigos, me bajé en la avenida del ejército, porque quería volver. Ella se fue a su casa, y el otro también.

Seguí preguntando: ¿Por qué volviste?

“Samy, porque quería volver, no se quería volver”
 
posted by Octavia at 2:51 p. m., |

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